Así como pasan entre mis dedos las estampas antiguas, un poco manchadas y otro tanto deslucidas una galería interminable de sucesos invaden mi memoria.
Para expandir el pecho y no permitir a las emociones dolorosas que aparezcan, por el tiempo que se fue, por los que ya no están, elijo sacudir esa tristeza y sonreír con ganas por este presente maravilloso que no existiría sin haber habido el pasado que lo sustenta.
Es verdad que ya no soy esa adolescente de melena larga y falda corta que me muestran las fotografías, pero aquella jovencita ha avanzado en la vida, ha dado otras vidas, para que sean los continuadores de esta zaga. De lo aprendido a lo largo de tanto camino recorrido, de tanta gente linda que puebla mi memoria, es hoy el fruto maduro que puedo brindar a quienes me acompañan.
Me vino a la memoria el título, ya que no su contenido, de un libro que disfruté en mi adolescencia: "Buenos días tristeza" de Francoise Sagan y prefiero decir "Adiós tristeza", como en el poema de Paul Éluard que también aparece en este libro.
Valoro tanto cada peldaño subido hasta aquí..
gracias a la vida... |
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