lunes, 16 de diciembre de 2013

Yo no soy Mandela


Me emociona saber que Mandela soportó estoicamente 27 años de su preciosa vida en prisión para alcanzar su objetivo, lo admiraré siempre, con el aprendizaje que esto implica, su ejemplo me lleva a la reflexión y el más profundo respeto por él y no puedo aplicarlo a mis preocupaciones diarias, agradezco el tenerlo como modelo, como ídolo, pero yo soy una simple mortal, con objetivos personales y dolores particulares



Estoy harta de las recetas mágicas tipo: Los tres pasos para ser feliz…Ocho características de las personas exitosas…Cinco secretos para liderar su propia vida…
Me agobian también todas las frases de superación que aparecen publicadas, especialmente aquellas que se le atribuyen a personajes famosos sin certeza alguna.
Basta ya de listas numeradas que nos ofrecen soluciones envasadas ignorando la individualidad!!!


La realidad es que el sufrimiento es una parte esencial de nuestras vidas, que debemos aceptar, reconocer y vivir…sí, exactamente, el sufrimiento también hay que vivirlo, por mucho que esto nos suene antipático
Un buen proceso de coaching comienza por ver y sentir nuestra realidad actual, individualizar los sentimientos que ella nos genera, reconocer y aceptar aquello que no nos agrada y a partir de allí comenzar a avanzar hacia la superación adecuada para cada caso, sin fórmulas generalizadas, sin consejos, sin frases hechas, simplemente con los hitos que cada ser humano vaya marcando para su propio camino.