Quizás la mejor manera de afrontar este nuevo año, aún incierto, sea revisando lo que nos pone cargas y seleccionar cuidadosamente todo aquello que nos produce displacer. Alivianarnos es la idea.
En principio los objetos que no utilizamos más, podrían ser útiles en otra casa, comencemos por donarlos.
También la ropa que ya no nos despierta ese duende inquieto de la coquetería, estará mejor fuera de nuestra vida.
El atavío que viste nuestra casa: mantas, sábanas, toallas y tanto más...¿Qué tal si dejamos lo justo y alegramos a otros, regalando todo lo que ya no nos hace felices?
Fotos, libros, apuntes y esas toneladas de papeles que nunca miramos podrían muy bien desaparecer de nuestros rincones, y ya vamos viendo espacio como para bailar por casa, toda esa alegría que nos da un cuerpo libre para moverse, al ritmo que más nos guste.
Las historias que conviene preterir, dejar en el pasado indefinido, ya pueden conjugarse así: amé; temí, partí... y encerrarlas en el olvido para siempre. Nacerá suficiente espacio para crear historias nuevas, ricas en complacencia. A escribirlas ya mismo, nos está llamando la oportunidad.
Perdonar es la herramienta indicada para poner esta idea en práctica. Agradecer lo recibido y lo vivido, para que al cerrarse la puerta suene como una bella melodía.Y así también abrirse a lo nuevo serenamente, en armonía.
El poder interior para decir "hasta aquí" y pronunciarlo, sin dilaciones, nos dará la liviandad para encontrar el placer y llevar adelante este nuevo año,
Juego de palabras en inglés: Perdonar para olvidar y también dar para recibir. Maravilloso!!!