Lograr la certificación que avala el funcionamiento y la
preocupación de los directivos de una empresa por ofrecer políticas saludables
a sus trabajadores es muestra de calidad y de responsabilidad por el bienestar
de quienes trabajan en ella.
La buena salud de la plantilla determina si estamos frente a
una Empresa sana y saludable o por el contrario ha llegado el momento de
generar cambios para el bien de todos.
El bienestar general de los trabajadores, depende
tanto de sus hábitos saludables, o su
salud emocional como de la prevención de la enfermedad y del ámbito
físico donde desarrolla sus tareas.
La Red Europea para
la Promoción de la salud en el trabajo determina que dicha promoción
depende de los esfuerzos de los empresarios, de los trabajadores y la sociedad
para mejorar la salud y el bienestar de las
personas en el lugar de trabajo.
En base a esta definición de 1997 nació la Declaración de Luxemburgo a la que
adhieren 28 países, España entre ellos y gran cantidad de empresas.
El gobierno de España a través del Ministerio de Empleo y
Seguridad Social ofrece la posibilidad de ser reconocido como empresa
saludable.
Cualquier empresa u organización, con independencia de su
tamaño, titularidad o sector, puede solicitar su adhesión y manifestar su compromiso con
la Declaración de Luxemburgo y, si lo desea y
cumple con los criterios de calidad elaborados por la ENWHP, pedir su reconocimiento como buena práctica en promoción
de la salud en el trabajo.
Más allá de la Prevención de Riesgos Laborales, cada empresa
que tome en cuenta la gestión de la salud integral de los trabajadores y su
entorno familiar, como así también su solidaridad con la comunidad a la que
pertenece, estará encaminada a obtener el reconocimiento como Empresa Saludable.
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