Mario Alonso Puig habla del “cociente agallas”, definiendo
la capacidad de coraje que tenemos los individuos, por comparación con el
remanido cociente intelectual que pareciera haber sido el gran inquisidor en la
educación durante largos períodos de nuestra historia. El reconocimiento de
nuestro talento para afrontar la vida a diferencia de la capacidad de aprender
con nuestro razonamiento e incluso por la memoria, nos trae a un mundo moderno,
en pleno cambio de paradigmas.
Admiro a este médico prestigioso, admiro también a Juan Carlos
Cubeiro a través de quien vi esta presentación ayer. Ambos son personas de alto
nivel intelectual, en constante cambio, demostrando su “cociente agallas” con
sus propias vidas, nos permiten ver cómo se reinventan sin dejar de ser ellos
mismos, con la generosidad añadida de transmitir sus conocimientos.
Tener el coraje de ser nosotros mismos es una opción que nos permitirá alcanzar las metas, superando las creencias limitadoras, algunas de ellas basadas en el antiguo concepto de “cociente intelectual” que nos clasificaba en más o menos capaces, con el añadido de que quien no fuera lo suficientemente inteligente estaba condenado al fracaso eterno, dantesco ¿verdad
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