La generación de cambios nos lleva a veces a tomar decisiones intensas, de esas que nos cargan de adrenalina, que nos muestran toda la gama de reacciones físicas, sudor en las manos, contracciones estomacales, rigidez en el cuello y tantas otras.
Vivir esos momentos a pleno para sentir que llevamos el timón de nuestra propia vida, que somos capitanes de nuestra alma y que podremos atravesar exitosamente el proceloso mar de la incertidumbre es el reto.
En esos momentos es cuando revisamos nuestros recursos, internos y externos, soltamos el lastre que nos impida avanzar y vamos a por todas...
No será necesario seguramente, "morir en el intento", ya que la lucha por encaminar los cambios, nos dará vida, aliento, impulso, energía...Lo importante es siempre "hacerlo", sin darnos por vencidos
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