viernes, 7 de octubre de 2011

La serpiente y la luciérnaga






“Cuenta la fábula que en una laguna cercana volaba una noche una joven y bella luciérnaga. Tras varios minutos observando las posibilidades que la charca le ofrecía se dio cuenta de que una astuta y vieja serpiente estaba acechando.

La luciérnaga, algo contrariada se acercó al reptil y le preguntó:

- ¿Acaso debo temer por mi vida por estar en tu ciclo alimenticio? La serpiente le contestó que no estaba en su ciclo alimenticio, de hecho la serpiente sólo comía roedores. Tras oír esa respuesta y notando la presencia de la serpiente más cerca la luciérnaga volvió a preguntar:


- ¿Entonces debo temer por mi vida por que llevas días sin comer y necesitas alimentarte urgentemente?

La serpiente contestó que no tenía hambre puesto que hace sólo un día había saciado sus necesidades para una semana. Sin embargo siguió acercándose a la luciérnaga.

- La única explicación entonces es que te he debido hacer algún mal ¿no?

Mientras contestaba a esa pregunta la serpiente, negando con la cabeza, la joven voladora se dio cuenta de que estaba a merced del reptil y mientras cerró los ojos esperando lo inevitable oyó como la serpiente le explicaba.

- Querida luciérnaga, simplemente voy a comerte porque me molesta que brilles tanto.” Es inevitable que tus logros o tu éxito opaquen a algunos. Es por tanto inevitable que eviten verte brillar.

Cuando esto pase, no dejes de brillar, continua siendo tu mismo, sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte…

Porque tu Luz seguirá intacta.






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