miércoles, 2 de diciembre de 2015

La falacia del talento

¿Existen los empleos que permiten aplicar la inteligencia?
¿Es posible compartir todo el conocimiento en un trabajo?
¿Se puede aprovechar la motivación del trabajador para "dar lo mejor" de cada uno?

Respondo: Sí, por supuesto, sí y mil veces sí.
Sin embargo muchos interrogantes acuden a mi mente después de años de observar diferentes modelos de liderazgo y atravesando la realidad de los departamentos de Dirección de Personas.
Existen líderes que temen a la inteligencia de sus empleados, a su libertad y autosuficiencia.
Constituyen lo que llamo la falacia del talento, la mentira que se dicen a sí mismos, aquellos que no buscan talento, prefieren obediencia.
Suelo comprobar que de una idea inicial de captar un "talento"para el desarrollo se llega a una práctica de utilizar un administrativo para gestionar. Y me cuesta comprender la metamorfosis.
En qué espacio se queda agazapado el talento y se transforma en un clon de otros, que acompañan su día a día.


La doctora Carol Dweck, nos describe la mente del líder multiplicador en oposición a la mente del líder minimizador, diciendo que la primera es la mentalidad de crecimiento, es la creencia de que las cualidades básicas, como la inteligencia y las capacidades, se desarrollan con el esfuerzo. Suponen que la gente es suficientemente inteligente como para encontrar las respuestas por sí misma.

En cambio,los líderes minimizadores, son aquellos que poseen una mentalidad fija, sostienen la creencia de que la inteligencia y las capacidades de la gente están labradas en piedra. Como que la persona que no entiende algo ya nunca más lo hará y entonces el líder debe pensar por los demás.

Cuántos líderes minimizadores conoces? Demasiados, ¿verdad?

Un verdadero líder multiplicador encuentra las capacidades coloridas que suelen estar ocultas bajo la superficie, confían en la gente, le ponen retos difíciles y le dan espacio para cumplir con sus responsabilidades.


El minimizador es un forjador de imperios. El multiplicador es un imán de talento- Liz Wiseman y Greg Mckeown


El imán de talento crea un ciclo virtuoso de atracción, mientras que el forjador de imperios genera un ciclo vicioso de declive.



5 comentarios:

  1. Muy bueno, Liliana y comparto totalmente lo que comentas. Existen muchos líderes "minimizadores" y menos líderes" multiplicadores". Apoyemos cada uno en lo que podamos para que este grupo crezca. Un abrazo.

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  2. Muy buena reflexión, Liliana. Por desgracia siguen existiendo en las organizaciones muchos líderes minimizadores que, por sus propios miedos e inseguridades, cortan las alas y no dejan crecer el talento que tienen en sus equipos. Gracias por compartir.

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  3. Toda ala razón Liliana, que pena que las empresas no valoren y apuesten por el talento de sus empleados.
    Es más fácil y cómodo ser un líder minimizador, pero seguro que entre todos cambiaremos este pensamiento arcaico y lucharemos por el desarrollo de
    nuestro de equipo.

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