Entonces nos ocurre que instituciones o personas toman como derecho propio el defender nuestras causas, actividades o creencias sin que lo hayamos solicitado.
Falsos representantes de la calidad, la ética, el valor o vaya a saber qué otro ítem, deciden por motu propio representarnos, hacer de lo nuestro sus principios, sin tomarnos en cuenta.
¿No os habéis visto involucrados en un grupo con el cual no coincides totalmente? ¿Nunca una institución ha decidido representar vuestra pertenencia?
La peña demostrará las bondades de nuestro barrio...
Esta fiesta defiende los derechos del pueblo a manifestarse...
Nosotros aseguramos la calidad de tu servicio...
Cuando surge la duda, con respecto a su calidad, su representatividad, sus principios, es cuando no quiero que me defiendan, gracias...me defiendo sola
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