En su libro La sabiduría de los cuentos, el escritor Alejandro Jodorowski nos relata la historia de un rabino que corría por las calles gritando:
-¡Tengo respuestas!¡Tengo respuestas!¿Quién tiene una pregunta?
Al igual que el rabino cada uno de nosotros tiene respuestas, sólo es necesario preguntarnos para hallarlas.
Sacar el conocimiento interno, nuestra verdad, lo aprehendido, sólo es posible a través de las preguntas.
Citando a Einstein: “Si tuviera que resolver un problema en una hora, en donde mi vida dependiera de ello, invertiría 55 minutos en descubrir la pregunta correcta, y 5 minutos en resolverlo.”
En la importancia de hallar la pregunta indicada que nos encamine para captar el sentido, el significado del problema, radica el coaching.
Ya sea para acompañar a otras personas a desarrollar sus talentos, o para avanzar en el autoconocimiento, logrando el liderazgo personal, debemos bucear en nuestro interior para aflorar las respuestas.
La llave que abre nuestra sabiduría interior tiene forma de interrogante.
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