Dejarse llevar por las obligaciones, permitir que el deber nos impida gozar de las cosas buenas de la vida es lo que no debemos permitirnos.
Focalizar, priorizar según nuestras satisfacciones, debería ser el juego
favorito.
La felicidad es un derecho por el cual vale la pena luchar denodadamente,
optar por los pequeños detalles que libremente llevamos a cabo, por lo general
con una sonrisa, concentrados, perdiendo las preocupaciones, a puro gozo
nomas.
Sin embargo pareciera mas importante cumplir los deberes nuestros de cada
día, penosamente.
Si bien es cierto que la satisfacción por el deber cumplido nos ofrece
momentos de verdadero placer, enraizado en la necesidad de cumplimiento, de adecuación a las normas, de aceptación.
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes" John Lennon
Reflexionando sobre la frase anterior, no se puede menos que sentir que es una llamada a poner en acción nuestros deseos, hacer que se conviertan en realidad a través de la acción placentera, simplemente disfrutando de hacer aquello que más nos gusta, permitirnos fluir, trascender más allá de la rutina, el agobio, el desánimo.
Que la organización de nuestro tiempo nos permita sacar nuestra creatividad, dfisfrutar de nuestras emociones, es parte de nuestra libertad personal. Podemos optar entonces por gozar de ella, decidiendo serenamente, postergar ciertas obligaciones en pro de nuestro beneficio.